La pereza es considerada como la madre, engendradora y soporte de todos los vicios, e impide realizar las virtudes y valores humanos. Crea adicción, pues nunca va a menos, siempre va en aumento si no se corrige. La pereza es el pecado capital, vicio, negligencia, tedio o descuido que impide hacer las cosas que se deben hacer. Es la flojedad, el descuido, la ociosidad o la tardanza en realizar acciones o movimientos.
Las 18 principales virtudes y valores humanos contrarios a la pereza y cercanos a la virtud de la diligencia: Constancia. Control. Coraje. Decisión. Diligencia. Esfuerzo. Fortaleza. Hábito. Justicia. Madurez. Mortificación. Obediencia. Orden. Penitencia. Perseverancia. Responsabilidad. Sacrificio. Voluntad.
La pereza daña también a quien la ve en los otros, pues le conmina a imitarla, con actos de vagancia, ociosidad, holgazanería, haraganería, zanganería, desidia, negligencia, etc. Es preciso hacer lo posible para que externamente no se vea la pereza. Es muy positivo el ejemplo que producen las personas que obran continuamente con diligencia, laboriosidad, presteza, etc.
La pereza es una plaga en la sociedad actual, debido a la apetencia de que todos quieren que las cosas se las den hechas y ahora, lo mismo en los niños, jóvenes o personas mayores.
La pereza crea una muralla ante todo lo que hay que hacer, primero suele ser a pereza para levantarse de la cama. Una vez levantado de la cama empieza a actuar la pereza para impedir el comienzo de las actividades obligatorias o recomendadas. Después, pereza para estudiar, pereza para enfrentarse a los problemas cotidianos, pereza para ir al médico de forma preventiva, pereza para hacer las cosas de la organización de la casa, pereza para llevar las cuentas de la familia, pereza para hacer un Plan de Vida, etc.