Esta imagen nos enseña como los vicios se vuelven nuestra prisión y son lo que nos domina. Al analizar esta imagen vemos que la cara del vicioso no es una de alegría, lo que nos revela que los vicios en realidad no nos hacen más felices, sólo son muestras como una ilusión y algo atractivo en lo cual nos metes y luego ya no encontramos salida.
La imagen también nos muestra como el vicio sigue en acción al ver los cigarros encendidos, el adicto todavía no ha podido liberarse. A parte de la cara melancólica también muestra que no está teniendo buena salud, se muestra pálido y con ojeras como sí tuviera depresión e insomnio.
El cigarro ahora es un vicio muy frecuente entre los jóvenes, se te presente como algo hermoso, después te enamora y es la causa de algunos momentos de placer pero también puede llegar a ser la causa de tu destrucción y de tu muerte.
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